Confesiones de una Aussie

-Tengo treinta y dos años. Mis padres eran uruguayos, yo soy australiana. He pasado mi vida identificada con el sello de "la extranjera", aunque sólo lo fueran mis padres. Ellos fallecieron y desde allí quise buscar de una vez por todas mi lugar de pertenencia. Luego de pasar toda mi vida en Australia, decidí venirme a Uruguay, pensaba: "qué fantástico, voy en busca de mis raíces".

Al llegar a Uruguay no encontró lo que buscaba, sino más de lo mismo: seguía siendo"la extranjera". Luego de casi toda una vida, se dió cuenta de que su lugar de pertenencia era Australia, su tierra natal. Le costó mucho aceptarlo; darse cuenta de que lo que uno planea y cree que es lo mejor para sí mismo, al final no es tan así. Como siempre, la vida te enseña a estar siempre alerta, porque nada está dicho totalmente. Pasada la tristeza de su fracaso se alegró enormemente. Tuvo que cruzar medio mundo para encontrar su lugar de pertenencia y, observándolo desde muy lejos, lo añoró como suyo.